jueves, 17 de enero de 2019

Unidad del Pueblo y de la Izquierda


LAS RESPONSABILIDADES DE LA IZQUIERDA
EN LA PRESENTE COYUNTURA

PUEBLO UNIDO ha manifestado reiteradamente que la crisis que atraviesa el país es de carácter estructural. No es una crisis política más. No es la crisis de uno o dos partidos o de un mal gobierno. Es la crisis terminal del sistema. De otra forma no se puede explicar que los últimos 4 ex - presidentes de la República, la ex - alcaldesa de Lima, Susana Villarán, y la última jefa de la oposición, Keiko Fujimori, estén envueltos todos en multimillonarios escándalos de corrupción, juntos con centenares de funcionarios, políticos, empresarios y personajes de todos los colores.

El Estado peruano, basado en la Constitución fujimorista del 93, representa esencialmente los intereses de las grandes corporaciones que engordan con un modelo económico que les conviene pero que no sirve a la inmensa mayoría de los peruanos y peruanas. Esta falsa democracia y sus instituciones están sumergidas en la podredumbre de la corrupción. Es la democracia del lavado de capitales, de la extorsión y del chantaje, del narcotráfico y los negociados, basada en el reparto y rapiña de las inmensas riquezas naturales del país y en la sobreexplotación del cholo barato.

EL GOBIERNO VIZCARRA: OTRO PPK
El gobierno de Vizcarra no puede mostrar algo nuevo y esperanzador porque es el continuismo neoliberal de los gobiernos anteriores y fortalece la dependencia del imperialismo norteamericano principalmente. El gobierno mantiene el modelo primario exportador que beneficia a las empresas transnacionales, al capital financiero y unas cuantas grandes empresas criollas.

El actual gobierno permite que las grandes empresas no paguen 16 mil millones de soles en impuestos. Se pierden otros 60 mil millones de soles al año por evasión y elusión tributaria. Se devuelven  6 mil millones de soles de impuestos para ayudar a las grandes empresas mineras. Mientras de esta forma se premia a las corporaciones y grandes empresas, una política muy diferente se aplica hacia los sectores populares. Se han incrementado 375,000 nuevos pobres el último año. El 46% de niños padece de anemia y desnutrición crónica. Tenemos la tasa más alta de trabajo infantil en Sudamérica, 21.8%. Siguen muriendo niños y ancianos por el frío en las zonas sur andinas. La reconstrucción del norte va a paso de tortuga en medio de grandes negociados, con bandas criminales organizadas de cuello y corbata que estafan a los damnificados de Piura.

Es este gobierno de Vizcarra el que lidera el llamado “Grupo de Lima”, que busca aislar y agredir al hermano pueblo de Venezuela, siguiendo las pautas intervencionistas del presidente yanqui Donald Trump.

Es Martín Vizcarra quien estampa su rúbrica en el Decreto Supremo No 345- 2028-EF sobre Política Nacional de Competitividad y Productividad, entre gallos y medianoche, sorprendiendo a los trabajadores y al pueblo, bajo el pretexto de dar mayor impulso a la economía del país y flexibilizar aún más el mercado laboral para acrecentar las ganancias y utilidades de los empresarios.

LOS RESULTADOS DEL REFERENDUM
El reciente referéndum fue una victoria política del presidente Vizcarra. Hacía muchos años que la derecha en el poder no obtenía una votación tan masiva. Estos resultados  posibilitan realizar algunas reformas políticas y judiciales. Son importantes, pero no suficientes, es cambiar algo para que nada cambie. Políticamente sirve para amortiguar el descontento popular, la indignación y la ira ciudadana a fin de no seguir polarizando el espacio político y social e impedir que la calle se caliente.

La situación requiere soluciones de fondo, ir a la raíz de los problemas, que es lo que no se quiere hacer. Se pretende más bien continuar con la política de parches constitucionales y maquillando las instituciones. Se mantiene vigente la criminalización de la protesta social, la política del garrote y sobreexplotación contra los trabajadores, los generadores de la riqueza del país.

Ante esta situación, por convocatoria de la CGTP, las organizaciones políticas de izquierda y diversos colectivos ciudadanos, realizaron el 15 de enero una jornada nacional de lucha que mostró contundencia y combatividad  en Lima y en muchas ciudades del interior, para defender los derechos laborales y decir no a la sobreexplotación.

EL FUJIMORISMO Y EL CONGRESO TOCAN FONDO
Como corolario de su mediocridad política, el  partido fujimorista liderado por Keiko Fujimori ha perdido su fuerza hegemónica en el Congreso. Su número de congresistas se ha reducido de 73 a 56, avizorándose por lo menos 10 renuncias más. Keiko sigue presa por lavado de activos. Ha perdido la presidencia del Congreso.  Fuerza Popular manejó el Parlamento con autoritarismo y actitudes antidemocráticas y corruptas; sale derrotada del fuego cruzado con el Ejecutivo y disparándose a los pies en sus pugnas internas.

El Congreso es una vergüenza, campea el entreguismo, la mediocridad y la corrupción. Es la institución peor vista por el pueblo peruano. El clamor popular es cerrarlo de una vez por todas.

EL PUEBLO YA CONOCE LA REALIDAD
Los escándalos de corrupción económica y la profunda crisis ética y moral en que se debate la burguesía en el poder, vinculados a las redes LAVAJATO y LAVAJUEZ, sirven para que nuestro pueblo entienda de una vez por todas la verdadera naturaleza del Estado, sus instituciones y la farsa de la democracia con que las clases dominantes intentan engañarnos.

Decenas de audios mostraron a los más altos magistrados del país vendiendo sentencias, traficando influencias y negociando con representantes del poder político, lo que obligó al cese del Consejo Nacional de la Magistratura  y a encarcelar a varios de sus miembros. El hermanito Hinostroza sigue preso en España. El escándalo del juez Pedro Chávarry, ex - Fiscal de la Nación, blindado en el Congreso por la mayoría fujiaprista,  confirma la corrupción imperante en el Poder Judicial. Lo que está en juego es la impunidad de sus aliados aprofujimoristas.

Tenemos que continuar desnudando ante nuestro pueblo las conductas mafiosas y la impunidad que campea en la derecha política y empresarial y su raigambre antipatriota y antipopular. Exijamos en las calles que las investigaciones lleguen al fondo, caiga quien caiga. Todos los corruptos a la cárcel.

NUESTRAS TAREAS EN LA COYUNTURA
En primer lugar, debemos reactivar, centralizar y potenciar la lucha de masas en los más importantes sectores sindicales, campesinos, comunidades nativas, poblaciones amenazadas por proyectos mineros o petroleros, trabajadores informales, mujeres, jóvenes, estudiantes, minorías discriminadas. Aunque las luchas aún sean fragmentarias o sectoriales, tenemos que trabajar para acompañar los procesos de organización y articulación conformando un gran torrente anti-neoliberal y antimperialista. Solo en la medida que la izquierda se una estrechamente con los movimientos sociales puede convertirse en un factor de cambio revolucionario.

En segundo lugar, es incuestionable que la raíz de la crisis es la Constitución del 93. Hasta ahora la derecha pretende parchar la Constitución, tratando de mantenerla y que este maquillaje mejore el funcionamiento de algunas instituciones. Ya no da más. Se evade el debate sobre el régimen económico de libre mercado, donde el mercado es imperfecto, los precios los regulan los oligopolios, monopolios y monopsonios; el Estado debe ser un agente regulador. Se corta la capacidad empresarial del Estado, cuando éste debería tener bajo control las áreas estratégicas fundamentales. No se promueve las economías asociativas y comunales. Se legitima el saqueo de nuestros recursos naturales. Las grandes empresas acumulan  fuertes ganancias dejando para el Estado una proporción mísera, allí tienen su raíz las APP y las adendas que han generado gran parte de la corrupción. Allí está el marco de legalidad del neoliberalismo.

La actual Constitución no sirve para realizar los profundos cambios estructurales que el país requiere. Los pueblos del Perú reclaman una nueva Constitución que favorezca los intereses de las mayorías y no de unos cuantos privilegiados.

Es necesario desarrollar un proceso constituyente con Asambleas Populares y Ciudadanas que congreguen a las organizaciones sociales del campo y la ciudad, a la ciudadanía en general, a debatir y esclarecerse mutuamente sobre la necesidad de cambiar la Constitución fujimorista por otra de carácter democrático y acorde con los intereses del pueblo. Hay que levantar las ideas eje de la propuesta programática popular encaminada hacia una Asamblea Constituyente y una nueva Constitución. Qué se multipliquen por todos los lugares del país las Asamblea Populares y Ciudadanas, que sirvan de foro social y político para hacer pedagogía política revolucionaria e ir encumbrando al pueblo a ser sujeto colectivo del cambio social.

En tercer lugar, con vistas a las elecciones generales del 2021, porque en última instancia la lucha es política y revolucionaria, nuestra gran tarea es la UNIDAD DE LA IZQUIERDA. La izquierda fracasará una vez más si no se une sobre la base de un programa común. Hay que aprender las lecciones de otros países del Continente, entre otras de la izquierda colombiana que por primera vez pasó a segunda vuelta, vertebrada en COLOMBIA HUMANA, con Gustavo Petro a la cabeza. Y sobre todo de México, en donde hace pocos meses ganó abrumadoramente Manuel López Obrador, al frente de la coalición JUNTOS HAREMOS HISTORIA, integrada por los partidos Morena, Partido del Trabajo  y Encuentro Social.

Estos son las inmensos desafíos de  la izquierda peruana en la presente coyuntura: fortalecer los movimientos sociales del pueblo, desarrollar el más amplio proceso constituyente de masas y forjar un potente frente de unidad política para derrotar a la derecha neoliberal en las elecciones del 2021. Solo así estaremos a la altura de la Historia

Comité  Ejecutivo Nacional
PARTIDO PUEBLO UNIDO

¡¡FUERA LA DICTADURA!!

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