EL CHE y EL AMAUTA
EL MARXISMO REVOLUCIONARIO
Rendimos homenaje al Comandante Ernesto Che Guevara
como precursor del socialismo latinoamericano y mundial al cumplirse el 90
aniversario de su nacimiento. Y lo hacemos conmemorando también el nacimiento
de otro gran precursor del socialismo latinoamericano, el Amauta José Carlos
Mariátegui. Ambos, por feliz coincidencia histórica, nacieron el mismo día – 14
de junio – aunque con 34 años de diferencia. En 1894, Mariátegui, y, en 1928,
el Che.
Ambos tuvieron vidas breves, fulgurantes,
magistrales, en el complejo proceso de la revolución antiimperialista y
socialista. Grandes maestros que han dejado a las nuevas generaciones poderosas
lecciones para su liberación definitiva.
El Amauta sentó las bases de la
interpretación marxista de la realidad peruana, impulsó la organización
sindical de clase y fundó el Partido Socialista, el partido de la clase obrera
para la lucha revolucionaria por la conquista de su poder político. Intelectual
orgánico del movimiento obrero y sindical peruano, trazó el camino de una auténtica revolución social en nuestro
país. Nestor Kohan, el marxista argentino, al escribir sobre Mariátegui dice
que “representa
el vértice más alto del pensamiento socialista latinoamericano durante la
primera mitad del siglo XX”.
Ernesto Guevara vivió otro momento histórico,
cuando el reformismo predominaba en la izquierda latinoamericana, en un período
de polarización entre los 2 grandes bloques mundiales tras la segunda guerra
mundial. Asumió con el Movimiento 26 de Julio, que fundó Fidel Castro, la lucha
armada guerrillera en la Sierra Maestra, que culminó en la derrota militar y
política de la dictadura batistiana y en la victoria de la Revolución Cubana.
Se convierte en uno de los más carismáticos líderes de esta revolución, que
desde 1961 deviene en la primera revolución socialista en el continente.
El Che trabajó varios años en la construcción
de la nueva economía socialista, desarrolló un pensamiento teórico sobre la
economía socialista y alentó el trabajo voluntario como parte de la lucha
antiburocrática. Propugnó el hombre nuevo socialista y se atrevió a criticar
las relaciones económicas que imponía el socialismo real a los países del tercer mundo que se
orientaban al socialismo. Dedicó todos sus esfuerzos a abrir nuevos frentes de
lucha contra el imperialismo hasta su asesinato en Bolivia. Fiel a su divisa,
lo planteó con absoluta claridad: “El socialismo económico
sin la moral socialista no me interesa...”.
El Amauta y el Che chocaron con los dogmas
imperantes en el pensamiento revolucionario de la época en que vivieron. El
mariateguismo, a inicios de los años 30, fue criticado como una herejía por su
reivindicación del campesinado y del rol de las subjetividades en la historia.
El guevarismo fue calificado de aventurerismo, en los 60, por su énfasis en la
lucha guerrillera en el campo, por su defensa de los incentivos morales y por
su crítica al modelo económico de la URSS.
Entre ambos hay extraordinarias analogías
teóricas. En primer lugar sobre el marxismo. Dice Mariátegui: "No queremos, ciertamente, que el socialismo
sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida,
con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indoamericano.
He aquí una misión digna de una generación nueva.”
Dice el Che: "... el marxismo es solamente una guía para la acción. Se han
descubierto grandes verdades fundamentales, y partir de ellas, utilizando el
materialismo dialéctico como arma, se va interpretando la realidad en cada
lugar del mundo. Por eso ninguna construcción será igual; todas tendrán
características peculiares, propias de su formación". Ninguna
concesión al mecanicismo, ni al dogma.
En segundo lugar sobre el papel determinante
de la praxis y de la acción en el proceso revolucionario. Dice Mariátegui que
el socialismo no puede ser "…la
consecuencia automática de una bancarrota", sino el "…resultado de un tenaz y esforzado
trabajo de ascensión". Por su lado afirma el Che: "Nosotros, socialistas, somos más libres porque somos más plenos;
somos más plenos por ser más libres. El esqueleto de nuestra libertad completa
está formado, falta la sustancia proteica y el ropaje; los crearemos... Nuestro
sacrificio es consciente; cuota para pagar la libertad que construimos. El
camino es largo y desconocido en parte; conocemos nuestras limitaciones.
Haremos el hombre del siglo XXI; nosotros mismos. Nos forjaremos en la acción
cotidiana, creando un hombre nuevo... ".
En tercer lugar, sobre el carácter de la
revolución. Conocida es la posición del Amauta en la polémica al interior de la
III Internacional: “La revolución latinoamericana
como una fase, una etapa de la revolución mundial. Revolución socialista, a
esta palabra, agregad, según los casos, todos los adjetivos que queráis:
‘antimperialista’, ‘agrarista’, ‘nacionalista-revolucionaria’. El socialismo
los supone, los antecede, los abarca a todos. El Che, por su parte, lo
afirmó tajantemente: “O revolución
socialista o caricatura de revolución”.
El Che
y Mariátegui coinciden fundamentalmente en que el marxismo es un método de
interpretación de la realidad concreta y
una guía para la acción revolucionaria hacia el socialismo. Ambos entregaron
sus vidas a esta inmensa tarea histórica. Nos dejaron su ejemplo de compromiso
con la causa de los explotados, de consecuencia entre teoría y práctica, de
lucha irreconciliable contra las burguesías y el imperialismo. Y sobre todo su
fe en el triunfo del socialismo latinoamericano y mundial.