¡QUE SE VAYAN TODOS!
La
renuncia vergonzosa a la presidencia de PPK, producto principalmente del
indulto a Fujimori y en los actos de corrupción, luego de revelarse
públicamente el festín de la compra de votos de parlamentarios para evitar la
vacancia. La sucesión de Martín Vizcarra generó la falsa idea que la crisis se
aliviaría. Había quienes creyeron en la apertura de una nueva etapa
esperanzadora. No fue así. Su gobierno es la continuación de la política
económica y social de PPK. Lo está demostrando en cada paso y en cada
presentación que dá. Es cómplice del fujiaprismo. Su política de parches sin
capacidad de hacer verdaderas reformas que favorezcan al pueblo, el desarrollo
de políticas continuistas para servir al gran capital agremiado en la CONFIEP y
cumplir las exigencias del imperialismo yanqui, no garantizan que pueda
terminar su periodo gubernativo.
Las
grandes empresas no pagan al estado 16,000 millones de soles en impuestos, que
en un 95% han judicializado. Una es la empresa Buena Ventura que debe 246
millones y cuyo dueño es Roque Benavides presidente de la CONFIEP. Se pierde
60,000 millones de soles al año por evasión y elusión tributaria. Se devuelve
6.000 millones de soles de impuestos a las grandes empresas mineras.
Según
el INEI, existen 375,000 nuevos pobres el último año. El 46% de niños padece de
anemia y desnutrición crónica, tenemos la tasa más alta de trabajo infantil en
Sudamérica, 21.8%; la reconstrucción del norte va a paso de tortuga en medio de
grandes negociazos; mientras que por otro lado, se dilapidan alegremente los
dineros públicos y crecen las exoneraciones de impuestos. Es la democracia del dinero,
de la extorsión y del chantaje. Esta democracia y
sus instituciones están sumergidas en la podredumbre de la corrupción. El
sistema no tiene
credibilidad en las mayorías populares. Por eso el pueblo pide que se vayan
todos.
El
gobierno de Martín Vizcarra es sumamente débil. Según las encuestas empezó con
un 54% de aceptación y hoy está en 37%. Una caída muy rápida en corto tiempo,
que muestra el desencanto popular a pesar de haber cambiado todo el gabinete
poniendo en el premierato a César Villanueva para dar la impresión de un
gobierno de los provincianos, pero en el corto tiempo ha tenido que realizar
tres cambios de ministros y entre ellos el de economía, (David Tuesta por
Carlos Oliva) pieza clave para enrumbar la economía. Pareciera que está
dirigida por piloto automático mientras dure este gobierno. Un ejecutivo que no
tiene liderazgo ni a nivel presidencial, menos a nivel de sus ministros, con
serias contradicciones a su interior.
El
congreso es una vergüenza, campea la mediocridad y la corrupción. Es un mercado
persa. La mayoría fujimorista hace un mal manejo del congreso; es autoritaria y
antidemocrática, corrupta; inflan planillas, contratan mercenarios, hacen
dispendio de los fondos públicos Su lucha interna los lleva a prácticas
montesinistas y ante la crítica son arrogantes y soberbios. Fuerza popular con
la suspensión de Kenyi, Ramírez y Bocángel, acusados de delitos de tráfico de
influencias y cohecho activo genérico, aumentan de 59 a 62 su bancada. FP
quiere el control total del congreso mediante la presidencia de la mesa directiva.
El ajuste de cuentas con Kenyi y compañía sirve para eso. Congresistas con
sueldos injustificables, mediocridad, corrupción, entreguismo, es lo suyo;
salvo honrosas excepciones, que las hay. Es la institución del estado peor vista.
Tiene una aceptación de 19%.
Tal
como se encuentra la composición del poder, es imposible que el actual gobierno
emprenda reformas que beneficien a los sectores populares. No pretenden
resolver la crisis estructural. Suficiente con un poco de maquillaje al modelo
de acumulación y mayor dinamismo a las tareas sociales que el “gabinete de
lujo” semiparalizó. Nada nuevo nos ofrece el nuevo gobierno que surge bajo el
ala de la mayoría fujimorista en el Congreso.
El presidente
Vizcarra ha optado por el continuismo neoliberal y la política de “perrito
faldero” del gobierno peruano ante el gobierno norteamericano en las maniobras
intervencionistas contra la patria de Bolívar y su retiro de UNASUR. Para que los peruanos podamos
alcanzar un verdadero desarrollo económico y social es necesaria una profunda
revolución que haga justicia a las mayorías pobres y oprimidas de nuestro pueblo.
Los hechos nos demuestran
que en esta crisis nadie va a defender los intereses de los pobres y
explotados, de los trabajadores sobreexplotados del campo y las ciudades, de
los jóvenes condenados al desempleo, de las comunidades andinas y amazónicas
despojadas de sus territorios, de los millones de peruanos y peruanas que
sufrimos hambre y miseria. Sólo los trabajadores y el pueblo lucharán por
construir un Nuevo Perú con justicia social, sin corrupción.
Desde los
diversos sectores populares del campo y de la ciudad debemos persistir en la
construcción de una conciencia crítica y correlación de fuerzas que nos permita
derrotar a la derecha y ser gobierno. Los de arriba
ya no pueden gobernar a manos libres como lo hacían antes porque los de abajo
ofrecen cada vez mayor resistencia, organización y movilización logrando
victorias.
Las medidas
tributarias, especialmente el aumento del Impuesto Selectivo al Consumo, ISC, entre
ellos el diésel que alimenta al transporte pesado, encareciéndolo y que ejerce
un efecto multiplicador en el alza de los productos de consumo popular
generando un alza en el costo de vida. Sumando a esto, las veleidades del
congreso hicieron desbordar la tolerancia del pueblo quien continuó con sus
medidas de lucha poniendo en primer plano:
* La crisis la paguen los grandazos;
* No al paquetazo; que los ricos paguen sus deudas al
estado;
* Cierre del congreso.
Y la calle se sigue calentando
La calle se calienta y
a pulso juega un protagonismo muy importante. Estas luchas son parte y
continuación de las luchas que venían realizando los pueblos del norte por la
reconstrucción, las cañeras por el apoyo a Tumán, los trabajadores portuarios,
pescadores y demás gremios, organizaciones sociales y populares de nuestro
norte oponiéndose a la política entreguista del gobierno de querer conceder 2
millones de has. del mar peruano a la empresa irlandesa Tullow Oil para la exploración y
explotación petrolera.
La Asamblea
Macroregional del norte peruano realizado en Chiclayo en enero y donde
asistieron entre otros, el Frente de Defensa de
Lambayeque, Frente de Popular de La Libertad, Frente Patriótico de Amazonas,
Mesa de Unidad de la Región Piura, Frente de Defensa de los Intereses de
Moyobamba(San Martín), Federación Regional de Rondas Campesinas de Amazonas,
Consejo Regional Azucarero Lambayeque, Frente de Defensa Ambiental de
Cajamarca, Frente de Defensa de Cajabamba, fue un paso importante por la
plataforma que se aprueba, rompiendo los marcos de una propuesta economicista y
asumiendo posiciones políticas claras de oposición frente al neoliberalismo, y
el papel protagónico del pueblo como sujeto social para el cambio. Sostienen en
el documento aprobado en el evento:
A nuestro país solamente le quedan dos caminos:
a) La salida democrático burguesa, busca “defender la institucionalidad
democrática y al gabinete de la reconciliación de los corruptos”, para que nada
cambie y empeoren las cosas contra el pueblo con más privatizaciones, violación
de derechos laborales y humanos y entreguismo del país y su riqueza a poderes
extranjeros; y,
b) La salida
democrático popular, barriendo al modelo
económico neoliberal entreguista, explotador y antihumano propio del sistema
capitalista que tenemos y sus putrefactas instituciones, refundando la
República, con nuevo pacto social, proceso constituyente participativo y una
Asamblea Popular Constituyente, para nueva Constitución Regionalista y Soberana
construyendo un nuevo Estado sustentado en la democracia directa de los frentes
de defensa, asambleas populares, rondas campesinas y urbanas, comunidades
indígenas y nativas.
Continúa la respuesta popular con amplias
movilizaciones en Lima y varias provincias con buena convocatoria. En Lima se
han realizado 3 con las consignas centrales de cerrar el congreso, no al
paquetazo. Se realizó un contundente paro en Cuzco, con amplias movilizaciones.
Un paro regional en Puno de 48 horas contundente y también con masivas movilizaciones,
agitando principalmente la consigna contra el paquetazo. Otro hito importante
es la Asamblea
del Gran Sur Peruano reunido el 9 de junio en Arequipa acuerda: jornada de
lucha el 5 de julio; paro regional de 48 horas para el 19 y 20 de junio; paro nacional el 19 de julio, levantando la siguiente
plataforma de lucha:
* Derogatoria
del DS N°091-2018 y no al alza de combustibles.
* Cobro de más de 16,000 millones a las grandes empresas
que adeudan al estado por el pago de impuestos y eliminación de exoneraciones
tributarias.
* Cierre del congreso, elecciones adelantadas y
convocatoria a asamblea constituyente.
* No al proyecto Tía María.
* Construcción del gaseoducto surperuano.
* Aumento de sueldos, salarios y pensiones justas.
* No a la criminalización de la protesta social.
* Lucha frontal contra la corrupción y prisión a los
corruptos.
Siguiendo
la línea de la Asamblea Macronorte. Se avecinan jornadas de lucha ya
programadas como el reinicio de la huelga nacional indefinida del magisterio
este 18 de junio, la jornada de protesta nacional para el 19 de julio, entre
otras.
Las
organizaciones sociales y populares están avanzando en el fortalecimiento de
sus bases, en la claridad de sus propuestas, en la lucha contra el neoliberalismo
y antimperialismo, se van articulando, la organización y movilización está
ganando presencia y se convierte en sujeto político determinante. Sujeto colectivo
para el cambio. Está comprendiendo que hay que enfrentar la política de parches
o de maquillaje que usan los grupos de poder que nos gobiernan para decirnos
que esta democracia de dominación, explotación, exclusión es lo mejor que hay,
por lo que debemos defender su institucionalidad y gobernabilidad. Basta ya.
Cerremos el paso al régimen burgués.
La lucha contra la corrupción y la impunidad es la
mayor bandera de combate contra el sistema. Expresemos nuestro repudio a las
corporaciones, grandes empresarios y los políticos derechistas a su servicio.
Tenemos que desnudar ante nuestro pueblo las conductas mafiosas y la impunidad
que campean en la derecha política y empresarial y su raigambre antipatriota y
antipopular. Que las investigaciones lleguen al fondo, caiga quien caiga. Todos
los corruptos a la cárcel.
Es necesaria
una reforma electoral, auténticamente democrática, que no sea la trampa para
perennizar a los de siempre y cerrar el camino a nuevos liderazgos. Este sofisticado
modelo de gestión de coimas es un triste símbolo de nuestra democracia dominada
por el poder del dinero. Los dueños del circo electoral creen que con su dinero
pueden comprarlo todo.
Adelanto de elecciones, buscando una salida democrática porque la otra
posibilidad es que la protesta popular se desborde y lo que vendría es impredecible.
Una de
las raíces de la crisis es la constitución fujimorista de 1993. No sirve como
marco para realizar los profundos cambios estructurales que el país requiere.
Los pueblos del Perú reclaman una nueva constitución que favorezca los
intereses de las mayorías.
Las tareas
fundamentales
En esta nueva coyuntura siguen siendo la construcción
del FRENTE ÚNICO de todas las fuerzas políticas y sociales progresistas y de
izquierda en nuestro país, en primer lugar, y la construcción del PARTIDO
REVOLUCIONARIO, en segundo lugar. Sin la más amplia unidad de todas las fuerzas
populares y de izquierda no podemos derrotar a la derecha política
proempresarial. Sin una dirección política tampoco. Ésas son nuestras tareas
fundamentales.
¡POR LA VIDA, LA PATRIA Y EL SOCIALISMO… VENCEREMOS!