miércoles, 13 de junio de 2018

Con la unidad de las fuerzas del pueblo y de la izquierda


El pueblo resiste al modelo neoliberal antipopular
¡QUE SE VAYAN TODOS!
La renuncia vergonzosa a la presidencia de PPK, producto principalmente del indulto a Fujimori y en los actos de corrupción, luego de revelarse públicamente el festín de la compra de votos de parlamentarios para evitar la vacancia. La sucesión de Martín Vizcarra generó la falsa idea que la crisis se aliviaría. Había quienes creyeron en la apertura de una nueva etapa esperanzadora. No fue así. Su gobierno es la continuación de la política económica y social de PPK. Lo está demostrando en cada paso y en cada presentación que dá. Es cómplice del fujiaprismo. Su política de parches sin capacidad de hacer verdaderas reformas que favorezcan al pueblo, el desarrollo de políticas continuistas para servir al gran capital agremiado en la CONFIEP y cumplir las exigencias del imperialismo yanqui, no garantizan que pueda terminar su periodo gubernativo.

Las grandes empresas no pagan al estado 16,000 millones de soles en impuestos, que en un 95% han judicializado. Una es la empresa Buena Ventura que debe 246 millones y cuyo dueño es Roque Benavides presidente de la CONFIEP. Se pierde 60,000 millones de soles al año por evasión y elusión tributaria. Se devuelve 6.000 millones de soles de impuestos a las grandes empresas mineras.

Según el INEI, existen 375,000 nuevos pobres el último año. El 46% de niños padece de anemia y desnutrición crónica, tenemos la tasa más alta de trabajo infantil en Sudamérica, 21.8%; la reconstrucción del norte va a paso de tortuga en medio de grandes negociazos; mientras que por otro lado, se dilapidan alegremente los dineros públicos y crecen las exoneraciones de impuestos. Es la democracia del dinero, de la extorsión y del chantaje. Esta democracia y sus instituciones están sumergidas en la podredumbre de la corrupción. El sistema no tiene credibilidad en las mayorías populares. Por eso el pueblo pide que se vayan todos.

El gobierno de Martín Vizcarra es sumamente débil. Según las encuestas empezó con un 54% de aceptación y hoy está en 37%. Una caída muy rápida en corto tiempo, que muestra el desencanto popular a pesar de haber cambiado todo el gabinete poniendo en el premierato a César Villanueva para dar la impresión de un gobierno de los provincianos, pero en el corto tiempo ha tenido que realizar tres cambios de ministros y entre ellos el de economía, (David Tuesta por Carlos Oliva) pieza clave para enrumbar la economía. Pareciera que está dirigida por piloto automático mientras dure este gobierno. Un ejecutivo que no tiene liderazgo ni a nivel presidencial, menos a nivel de sus ministros, con serias contradicciones a su interior.

El congreso es una vergüenza, campea la mediocridad y la corrupción. Es un mercado persa. La mayoría fujimorista hace un mal manejo del congreso; es autoritaria y antidemocrática, corrupta; inflan planillas, contratan mercenarios, hacen dispendio de los fondos públicos Su lucha interna los lleva a prácticas montesinistas y ante la crítica son arrogantes y soberbios. Fuerza popular con la suspensión de Kenyi, Ramírez y Bocángel, acusados de delitos de tráfico de influencias y cohecho activo genérico, aumentan de 59 a 62 su bancada. FP quiere el control total del congreso mediante la presidencia de la mesa directiva. El ajuste de cuentas con Kenyi y compañía sirve para eso. Congresistas con sueldos injustificables, mediocridad, corrupción, entreguismo, es lo suyo; salvo honrosas excepciones, que las hay. Es la institución del estado peor vista. Tiene una aceptación de 19%.

Tal como se encuentra la composición del poder, es imposible que el actual gobierno emprenda reformas que beneficien a los sectores populares. No pretenden resolver la crisis estructural. Suficiente con un poco de maquillaje al modelo de acumulación y mayor dinamismo a las tareas sociales que el “gabinete de lujo” semiparalizó. Nada nuevo nos ofrece el nuevo gobierno que surge bajo el ala de la mayoría fujimorista en el Congreso.

El presidente Vizcarra ha optado por el continuismo neoliberal y la política de “perrito faldero” del gobierno peruano ante el gobierno norteamericano en las maniobras intervencionistas contra la patria de Bolívar y su retiro de UNASUR. Para que los peruanos podamos alcanzar un verdadero desarrollo económico y social es necesaria una profunda revolución que haga justicia a las mayorías pobres y oprimidas de nuestro pueblo. 

Los hechos nos demuestran que en esta crisis nadie va a defender los intereses de los pobres y explotados, de los trabajadores sobreexplotados del campo y las ciudades, de los jóvenes condenados al desempleo, de las comunidades andinas y amazónicas despojadas de sus territorios, de los millones de peruanos y peruanas que sufrimos hambre y miseria. Sólo los trabajadores y el pueblo lucharán por construir un Nuevo Perú con justicia social, sin corrupción.

Desde los diversos sectores populares del campo y de la ciudad debemos persistir en la construcción de una conciencia crítica y correlación de fuerzas que nos permita derrotar a la derecha y ser gobierno. Los de arriba ya no pueden gobernar a manos libres como lo hacían antes porque los de abajo ofrecen cada vez mayor resistencia, organización y movilización logrando victorias.

Las medidas tributarias, especialmente el aumento del Impuesto Selectivo al Consumo, ISC, entre ellos el diésel que alimenta al transporte pesado, encareciéndolo y que ejerce un efecto multiplicador en el alza de los productos de consumo popular generando un alza en el costo de vida. Sumando a esto, las veleidades del congreso hicieron desbordar la tolerancia del pueblo quien continuó con sus medidas de lucha poniendo en primer plano:
* La crisis la paguen los grandazos;
* No al paquetazo; que los ricos paguen sus deudas al estado;
* Cierre del congreso.

Y la calle se sigue calentando
La calle se calienta y a pulso juega un protagonismo muy importante. Estas luchas son parte y continuación de las luchas que venían realizando los pueblos del norte por la reconstrucción, las cañeras por el apoyo a Tumán, los trabajadores portuarios, pescadores y demás gremios, organizaciones sociales y populares de nuestro norte oponiéndose a la política entreguista del gobierno de querer conceder 2 millones de has. del mar peruano a la empresa irlandesa Tullow Oil para la exploración y explotación petrolera.

La Asamblea Macroregional del norte peruano realizado en Chiclayo en enero y donde asistieron entre otros, el Frente de Defensa de Lambayeque, Frente de Popular de La Libertad, Frente Patriótico de Amazonas, Mesa de Unidad de la Región Piura, Frente de Defensa de los Intereses de Moyobamba(San Martín), Federación Regional de Rondas Campesinas de Amazonas, Consejo Regional Azucarero Lambayeque, Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca, Frente de Defensa de Cajabamba, fue un paso importante por la plataforma que se aprueba, rompiendo los marcos de una propuesta economicista y asumiendo posiciones políticas claras de oposición frente al neoliberalismo, y el papel protagónico del pueblo como sujeto social para el cambio. Sostienen en el documento aprobado en el evento:
A nuestro país solamente le quedan dos caminos:
a)  La salida democrático burguesa, busca “defender la institucionalidad democrática y al gabinete de la reconciliación de los corruptos”, para que nada cambie y empeoren las cosas contra el pueblo con más privatizaciones, violación de derechos laborales y humanos y entreguismo del país y su riqueza a poderes extranjeros; y,
b) La salida democrático popular, barriendo al modelo económico neoliberal entreguista, explotador y antihumano propio del sistema capitalista que tenemos y sus putrefactas instituciones, refundando la República, con nuevo pacto social, proceso constituyente participativo y una Asamblea Popular Constituyente, para nueva Constitución Regionalista y Soberana construyendo un nuevo Estado sustentado en la democracia directa de los frentes de defensa, asambleas populares, rondas campesinas y urbanas, comunidades indígenas y nativas.

Continúa la respuesta popular con amplias movilizaciones en Lima y varias provincias con buena convocatoria. En Lima se han realizado 3 con las consignas centrales de cerrar el congreso, no al paquetazo. Se realizó un contundente paro en Cuzco, con amplias movilizaciones. Un paro regional en Puno de 48 horas contundente y también con masivas movilizaciones, agitando principalmente la consigna contra el paquetazo. Otro hito importante es la Asamblea del Gran Sur Peruano reunido el 9 de junio en Arequipa acuerda: jornada de lucha el 5 de julio; paro regional de 48 horas para el 19 y 20 de junio; paro nacional el 19 de julio, levantando la siguiente plataforma de lucha:
* Derogatoria del DS N°091-2018 y no al alza de combustibles.
* Cobro de más de 16,000 millones a las grandes empresas que adeudan al estado por el pago de impuestos y eliminación de exoneraciones tributarias.
* Cierre del congreso, elecciones adelantadas y convocatoria a asamblea constituyente.
* No al proyecto Tía María.
* Construcción del gaseoducto surperuano.
* Aumento de sueldos, salarios y pensiones justas.
* No a la criminalización de la protesta social.
* Lucha frontal contra la corrupción y prisión a los corruptos.

Siguiendo la línea de la Asamblea Macronorte. Se avecinan jornadas de lucha ya programadas como el reinicio de la huelga nacional indefinida del magisterio este 18 de junio, la jornada de protesta nacional para el 19 de julio, entre otras.

Las organizaciones sociales y populares están avanzando en el fortalecimiento de sus bases, en la claridad de sus propuestas, en la lucha contra el neoliberalismo y antimperialismo, se van articulando, la organización y movilización está ganando presencia y se convierte en sujeto político determinante. Sujeto colectivo para el cambio. Está comprendiendo que hay que enfrentar la política de parches o de maquillaje que usan los grupos de poder que nos gobiernan para decirnos que esta democracia de dominación, explotación, exclusión es lo mejor que hay, por lo que debemos defender su institucionalidad y gobernabilidad. Basta ya. Cerremos el paso al régimen burgués.

La lucha contra la corrupción y la impunidad es la mayor bandera de combate contra el sistema. Expresemos nuestro repudio a las corporaciones, grandes empresarios y los políticos derechistas a su servicio. Tenemos que desnudar ante nuestro pueblo las conductas mafiosas y la impunidad que campean en la derecha política y empresarial y su raigambre antipatriota y antipopular. Que las investigaciones lleguen al fondo, caiga quien caiga. Todos los corruptos a la cárcel.

Es necesaria una reforma electoral, auténticamente democrática, que no sea la trampa para perennizar a los de siempre y cerrar el camino a nuevos liderazgos. Este sofisticado modelo de gestión de coimas es un triste símbolo de nuestra democracia dominada por el poder del dinero. Los dueños del circo electoral creen que con su dinero pueden comprarlo todo.

Adelanto de elecciones, buscando una salida democrática porque la otra posibilidad es que la protesta popular se desborde y lo que vendría es impredecible. Una de las raíces de la crisis es la constitución fujimorista de 1993. No sirve como marco para realizar los profundos cambios estructurales que el país requiere. Los pueblos del Perú reclaman una nueva constitución que favorezca los intereses de las mayorías.

Las tareas fundamentales
En esta nueva coyuntura siguen siendo la construcción del FRENTE ÚNICO de todas las fuerzas políticas y sociales progresistas y de izquierda en nuestro país, en primer lugar, y la construcción del PARTIDO REVOLUCIONARIO, en segundo lugar. Sin la más amplia unidad de todas las fuerzas populares y de izquierda no podemos derrotar a la derecha política proempresarial. Sin una dirección política tampoco. Ésas son nuestras tareas fundamentales.

¡POR LA VIDA, LA PATRIA Y EL SOCIALISMO… VENCEREMOS!

¡¡FUERA LA DICTADURA!!

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