LAS RESPONSABILIDADES DE LA IZQUIERDA
EN LA PRESENTE COYUNTURA
PUEBLO UNIDO
ha manifestado reiteradamente que la crisis que atraviesa el país es de
carácter estructural. No es una crisis política más. No es la crisis de uno o
dos partidos o de un mal gobierno. Es la crisis terminal del sistema. De otra
forma no se puede explicar que los últimos 4 ex - presidentes de la República,
la ex - alcaldesa de Lima, Susana Villarán, y la última jefa de la oposición,
Keiko Fujimori, estén envueltos todos en multimillonarios escándalos de
corrupción, juntos con centenares de funcionarios, políticos, empresarios y
personajes de todos los colores.
El Estado peruano,
basado en la Constitución fujimorista del 93, representa esencialmente los
intereses de las grandes corporaciones que engordan con un modelo económico que
les conviene pero que no sirve a la inmensa mayoría de los peruanos y peruanas.
Esta falsa democracia
y sus instituciones están sumergidas en la podredumbre de la corrupción. Es la democracia del lavado de capitales,
de la extorsión y del chantaje, del narcotráfico y los negociados, basada en el
reparto y rapiña de las inmensas riquezas naturales del país y en la
sobreexplotación del cholo barato.
EL GOBIERNO VIZCARRA: OTRO PPK
El gobierno de Vizcarra no puede mostrar algo nuevo y
esperanzador porque es el continuismo neoliberal de los gobiernos anteriores y
fortalece la dependencia del imperialismo norteamericano principalmente. El
gobierno mantiene el modelo primario exportador que beneficia a las empresas
transnacionales, al capital financiero y unas cuantas grandes empresas criollas.
El actual gobierno permite
que las grandes empresas no paguen 16 mil millones de soles en impuestos. Se pierden
otros 60 mil millones de soles al año por evasión y elusión tributaria. Se
devuelven 6 mil millones de soles de
impuestos para ayudar a las grandes empresas mineras. Mientras de esta forma se
premia a las corporaciones y grandes empresas, una política muy diferente se aplica
hacia los sectores populares. Se han incrementado 375,000 nuevos pobres el
último año. El 46% de niños padece de anemia y desnutrición crónica. Tenemos la
tasa más alta de trabajo infantil en Sudamérica, 21.8%. Siguen muriendo niños y
ancianos por el frío en las zonas sur andinas. La reconstrucción del norte va a
paso de tortuga en medio de grandes negociados, con bandas criminales
organizadas de cuello y corbata que estafan a los damnificados de Piura.
Es
este gobierno de Vizcarra el que lidera el llamado “Grupo de Lima”, que busca aislar y agredir al hermano pueblo de
Venezuela, siguiendo las pautas intervencionistas del presidente yanqui Donald
Trump.
Es Martín Vizcarra quien
estampa su rúbrica en el Decreto Supremo No 345- 2028-EF sobre Política
Nacional de Competitividad y Productividad, entre gallos y medianoche,
sorprendiendo a los trabajadores y al pueblo, bajo el pretexto de dar mayor
impulso a la economía del país y flexibilizar aún más el mercado laboral para
acrecentar las ganancias y utilidades de los empresarios.
LOS RESULTADOS DEL REFERENDUM
El
reciente referéndum fue una victoria política del presidente Vizcarra. Hacía
muchos años que la derecha en el poder no obtenía una votación tan masiva. Estos
resultados posibilitan realizar algunas
reformas políticas y judiciales. Son importantes, pero no suficientes, es
cambiar algo para que nada cambie. Políticamente sirve para amortiguar el
descontento popular, la indignación y la ira ciudadana a fin de no seguir
polarizando el espacio político y social e impedir que la calle se caliente.
La
situación requiere soluciones de fondo, ir a la raíz de los problemas, que es
lo que no se quiere hacer. Se pretende más bien continuar con la política de
parches constitucionales y maquillando las instituciones. Se mantiene vigente
la criminalización de la protesta social, la política del garrote y
sobreexplotación contra los trabajadores, los generadores de la riqueza del
país.
Ante
esta situación, por convocatoria de la CGTP, las organizaciones políticas de
izquierda y diversos colectivos ciudadanos, realizaron el 15 de enero una jornada
nacional de lucha que mostró contundencia y combatividad en Lima y en muchas ciudades del interior,
para defender los derechos laborales y decir no a la sobreexplotación.
EL FUJIMORISMO Y EL
CONGRESO TOCAN FONDO
Como
corolario de su mediocridad política, el
partido fujimorista liderado por Keiko Fujimori ha perdido su fuerza
hegemónica en el Congreso. Su número de congresistas se ha reducido de 73 a 56,
avizorándose por lo menos 10 renuncias más. Keiko sigue presa por lavado de
activos. Ha perdido la presidencia del Congreso.
Fuerza Popular manejó el Parlamento con autoritarismo y actitudes
antidemocráticas y corruptas; sale derrotada del fuego cruzado con el
Ejecutivo y disparándose a los pies en sus pugnas internas.
El Congreso
es una vergüenza, campea el entreguismo, la mediocridad y la corrupción. Es
la institución peor vista por el pueblo peruano. El clamor popular es cerrarlo
de una vez por todas.
EL PUEBLO YA CONOCE
LA REALIDAD
Los escándalos de corrupción económica y la profunda crisis
ética y moral en que se debate la burguesía en el poder, vinculados a las redes
LAVAJATO y LAVAJUEZ, sirven para que nuestro pueblo entienda de una vez por
todas la verdadera naturaleza del Estado, sus instituciones y la farsa de la
democracia con que las clases dominantes intentan engañarnos.
Decenas de audios mostraron a los más altos magistrados
del país vendiendo sentencias, traficando influencias y negociando con
representantes del poder político, lo que obligó al cese del Consejo Nacional
de la Magistratura y a encarcelar a varios
de sus miembros. El hermanito
Hinostroza sigue preso en España. El escándalo del juez Pedro Chávarry, ex - Fiscal
de la Nación, blindado en el Congreso por la mayoría fujiaprista, confirma la corrupción imperante en el Poder
Judicial. Lo que está en juego es la impunidad de sus aliados aprofujimoristas.
Tenemos que continuar desnudando ante nuestro pueblo las conductas mafiosas
y la impunidad que campea en la derecha política y empresarial y su raigambre
antipatriota y antipopular. Exijamos en las calles que las investigaciones
lleguen al fondo, caiga quien caiga. Todos los corruptos a la cárcel.
NUESTRAS TAREAS EN LA COYUNTURA
En primer lugar, debemos reactivar,
centralizar y potenciar la lucha de masas en los más importantes sectores
sindicales, campesinos, comunidades nativas, poblaciones amenazadas por
proyectos mineros o petroleros, trabajadores informales, mujeres, jóvenes,
estudiantes, minorías discriminadas. Aunque las luchas aún sean fragmentarias o
sectoriales, tenemos que trabajar para acompañar los procesos de organización y
articulación conformando un gran torrente anti-neoliberal y antimperialista. Solo en la medida que la izquierda se una estrechamente
con los movimientos sociales puede convertirse en un factor de cambio
revolucionario.
En segundo lugar, es incuestionable que la raíz de la
crisis es la Constitución del 93. Hasta ahora la derecha pretende
parchar la Constitución, tratando de mantenerla y que este maquillaje mejore el
funcionamiento de algunas instituciones. Ya no da más. Se evade el debate sobre
el régimen económico de libre mercado, donde el mercado es imperfecto, los
precios los regulan los oligopolios, monopolios y monopsonios; el Estado debe
ser un agente regulador. Se corta la capacidad empresarial del Estado, cuando
éste debería tener bajo control las áreas estratégicas fundamentales. No se promueve
las economías asociativas y comunales. Se legitima el saqueo de nuestros
recursos naturales. Las grandes empresas acumulan fuertes ganancias dejando para el Estado una
proporción mísera, allí tienen su raíz las APP y las adendas que han generado
gran parte de la corrupción. Allí está el marco de legalidad del neoliberalismo.
La actual Constitución no
sirve para realizar los profundos cambios estructurales que el país requiere.
Los pueblos del Perú reclaman una nueva Constitución que favorezca los
intereses de las mayorías y no de unos cuantos privilegiados.
Es
necesario desarrollar un proceso constituyente con Asambleas Populares y Ciudadanas
que congreguen a las organizaciones sociales del campo y la ciudad, a la
ciudadanía en general, a debatir y esclarecerse mutuamente sobre la necesidad
de cambiar la Constitución fujimorista por otra de carácter democrático y acorde
con los intereses del pueblo. Hay que levantar las ideas eje
de la propuesta programática popular encaminada hacia una Asamblea
Constituyente y una nueva Constitución. Qué se multipliquen por todos los
lugares del país las Asamblea Populares y Ciudadanas, que sirvan de foro social
y político para hacer pedagogía política revolucionaria e ir encumbrando al
pueblo a ser sujeto colectivo del cambio social.
En tercer lugar, con vistas a las elecciones generales
del 2021, porque en última instancia la lucha es política y revolucionaria,
nuestra gran tarea es la UNIDAD DE LA IZQUIERDA. La izquierda fracasará una vez
más si no se une sobre la base de un programa común. Hay que aprender las lecciones de otros países del Continente, entre
otras de la izquierda colombiana que por primera vez pasó a segunda vuelta, vertebrada
en COLOMBIA HUMANA, con Gustavo Petro
a la cabeza. Y sobre todo de México, en donde hace pocos meses ganó abrumadoramente
Manuel López Obrador, al frente de la coalición JUNTOS HAREMOS HISTORIA, integrada por los partidos Morena, Partido
del Trabajo y Encuentro Social.
Estos son las inmensos desafíos de la izquierda peruana en la presente coyuntura:
fortalecer los movimientos sociales del
pueblo, desarrollar el más amplio proceso constituyente de masas y forjar un
potente frente de unidad política para derrotar a la derecha neoliberal en las
elecciones del 2021. Solo así
estaremos a la altura de la Historia
Comité Ejecutivo Nacional
PARTIDO
PUEBLO UNIDO